Prácticamente ocho años debieron transcurrir para que los suecos de Persuader volvieran a lanzar otro álbum de estudio, considerando que su placa anterior, When Eden Burns, fue lanzada en mayo de 2006. Recordemos que en el año 2004 la banda ganó algo de notoriedad con el lanzamiento del disco Evolution Purgatory, en ese entonces su segundo trabajo. La notoriedad eso sí, estaba arraigada al increíble parecido que tenían con el Blind Guardian del Imaginations From The Other Side hacia atrás, es decir, con la etapa más rápida, dura y thrasher de los bardos, algo que se notaba principalmente en el aspecto vocal, por cuanto Jens Carlsson posee una similitud casi descarada con el tono de voz de Hansi Kürsch… similitud que se mantiene hasta hoy, pero ya no de forma tan obvia.
The Fiction Maze se trata de una placa muy potente, muy “power metal”, pero incluyendo también un fuerte factor thrash en ellos. De todas formas, aquella marcada influencia de los alemanes sigue presente, pero ahora en menor medida, de hecho en donde es más fácil notarla es en el aspecto vocal, pero ya no directamente en el desempeño de Carlsson, sino que en los coros y arreglos vocales, y en la forma en que estos son plasmados en las canciones. Claro, no es que Jens haya borrado cualquier trazo de parentesco entre su voz y las de Hansi, el parecido sigue ahí, solo que al alejarse musicalmente de lo hecho por Blind Guardian y encontrar un estilo más definido, todo se hace más propio para la banda sueca. Al respecto, debo reconocer que a la fecha no he escuchado bien su anterior placa, When Eden Burns, quizás en ella ya habían encontrado el sonido del cual acá hacen gala. Quienes la hayan escuchado cabalmente podrán decirlo. Si es así, bien por Persuader, me gusta mucho más la faceta mostrada en esta placa que lo oído en Evolution Purgatory, solo por ser más propio, más de ellos.
Once son las pistas que componen The Fiction Maze, no hay intro ni outro, pero si un interludio instrumental de un minuto y medio, de nombre Dagon Rising. Como decíamos, se trata de canciones muy poderosas, algo en lo que sin duda incide el potente sonido que sacan de sus guitarras la dupla conformada por Emil Norberg y Daniel Sundbom, de hecho hay algunos pasajes que recuerdan el sonido de Nevermore, es decir, un sonido denso, pesadísimo y quizás podríamos agregar también la palabra “oscuro”.
Dentro de la faceta recién descrita tenemos canciones como la inicial One Lifetime, cuyos poderosos riffs son soportados por la notable percusión del señor Efraim Huntunen, quien les da un sólido sustento por medio de un doble bombo que interviene en los momentos precisos, cuidando de no saturar la canción y dando el espacio justo para que todo se perciba de forma clara y nada parezca sobre cargado. Es un corte de velocidad moderada, entretenido y con un coro muy pegadizo. El espacio para los solos es ocupado por un par de licks de buena factura, muy melódicos, nada del otro mundo, pero aun así no se echa de menos algo más extenso ni más virtuoso. Bajo el mismo esquema continúan con War, aunque ahora aumentan un tanto las revoluciones, solo un poco. Por otra parte, la canción recuerda mucho a lo hecho por la desaparecida banda austriaca Stigmata IV, cuyo vocalista, dicho sea de paso, también poseía un tono similar al estilo de Hansi y Jens.
Sent To The Grave es otro tema que podríamos encasillar dentro de esta misma veta densa y muy pesada, aunque acá durante los fraseos meten el acelerador a fondo, convirtiéndolo en un corte de intenso thrash, mucho más pesado que lo que me podría haber imaginado antes de escuchar el disco, hasta algunos blast beats es posible oír en él. Así que esperen algo que va mucho más allá del power metal melódico.
Pero revisemos un poco otro aspecto importante de la placa, aquel que está más ligado al power tradicional, al power de la escuela europea por cierto, ese que los hizo algo más conocidos para las masas, gracias a aquel parecido ya mencionado. The Fiction Maze, Insect y Falling Faster, son los temas que más claramente podemos encasillar dentro de esta corriente. Óiganlos y así podrán sacar sus propias conclusiones respecto a las similitudes que guardan con otras agrupaciones. Son canciones tremendamente entretenidas, para quienes gustan de este estilo por supuesto. Poseen pasajes muy veloces, coros con voces agresivas y guturales en algunos casos, y otros con arreglos “muy familiares”, pero siempre bien aplicados y formulados.
En lo particular, The Fiction Maze es un temón, que destaca por una muy agradable introducción acústica, que pronto da pie a una avasalladora descarga de riffs y una descomunal demostración de poder por parte de la batería a cargo de Huntunen. De características muy similares es Insect, con la salvedad que en este se incluyen algunos teclados que aderezan el aspecto melódico de la propuesta. En Falling Faster nuevamente aparecen algunos blast beats, configurando así un inicio demoledor, los riffs son asesinos y veloces, de hecho alcanzan por momentos ciertos aires de death melódico, que contrastan con los fantásticos arreglos vocales para los coros.
Otra cara de este disco son las canciones en plan mid tempo, entre las que tenemos la melódica y algo melancólica Deep In The Dark, que incluye teclados que nos traen a la mente algunos pasajes de Dark Tranquillity; Son of Sodom, Heathen y Worlds Collide, son todos temas cortados con la misma tijera: densos riffs sobre bases rítmicas pesadas, duras, con un bajo que destaca en todo momento por la contundencia de sus líneas y un Jens que los provee de una interpretación vocal que en ocasiones estremece por su desgarradora fuerza. Lo cierto es que, es en este tipo de canciones donde más posible es notar la evolución que la banda ha experimentado a lo largo de sus placas. Hay arreglos vocales y coros que les seguirán recordando a los alemanes de Blind Guardian, sin embargo, se percibe una clara intención por alejarse cada vez más de tan marcada influencia, pero en ningún caso renegando de ella.
The Fiction Maze es un disco que cuenta con buenas canciones, con un gran sonido, muy bien producido, pero que aun así me deja con esa extraña sensación de que “algo le falta”. Sin embargo, lo que más me ha gustado de la placa, es el hecho de que continúan en la búsqueda de un sonido más propio, pero de a poco, sin olvidarse de aquellas influencias que marcaron sus inicios, y logrando plasmarlas en la actualidad de la banda, de manera enriquecedora.